¿Irak? ¿En que año vivimos?

Aún recuerdo aquel 2003, todos en la calle, manifestándonos ante un presidente obcecado con dar apoyo a una invasión ilegal y sucia, como fue la de Irak. Pocos, apoyaron aquella intervención, y yo fui uno de los muchos españoles que salió a expresar su rechazo en el que fuera un desastroso año de gobierno conservador del Partido Popular.

Pues bien, hoy Irak sigue siendo un avispero, se suceden los muertos día a día. España decidió, tras la victoria electoral socialista retirar las "tropas humanitarias" que teníamos entre el Tigris y el Eufrates, y volvernos a casa. La decisión nos valió muchas críticas, en especial de EEUU y de sus aliados, es decir, Jose María Aznar y su lobby, pero realmente era acertada bajo mi punto de vista.

Sin embargo, hoy año 2007, nadie sabe qué hacer con Irak. Los americanos si irse o quedarse, y realmente ambas opciones pintan mal. Y aquí en España, pues la izquierda sigue saliendo a la calle. Se manifiesta en contra de una invasión que ya queda lejos en el tiempo, y a favor de una retirada total de tropas extranjeras que quizá a día de hoy puede hacer más daño que beneficio. España fue este año el país donde más gente se manifestó por el tema de Irak, y estoy convencido que es el país, tras EEUU, donde más se usa la invasión iraquí como arma electoral, a pesar de que los que gobernaban en ese momento están en los bancos de la oposición. Lo triste es que para defender determinadas decisiones, y el acuciante acoso de la derecha, tanto en las calles como en las instituciones, el PSOE se tenga que valer de Irak para desviar la atención. Por favor, hay cuestiones muy amortizadas para la conciencia colectiva de una sociedad, e Irak creo que es una de esas. Debería el centroizquierda ser más inteligente a la hora de defenderse, y utilizar un mejor ataque, aunque claro, con Diego López Garrido, Pepe Blanco y alguno que otro, pedir argumentos inteligentes es pedir peras al olmo. Respecto a lo de Irak, solo nos queda desear que aquella masacre no vaya a más, y que quienes sean sus responsables respondan ante La Haya.