Inés Sabanes, un valor seguro

No suelo mostrar demasiada emoción con Izquierda Unida, y mucho menos con los candidatos que suele presentar en las distintas competeciones electorales. Sin embargo, es Inés Sabanes una de las excepciones en mi caso, a esos prejuicios que pueda tener sobre la coalición roja.

Dichos prejuicios mios vienen debido a que ellos mismos, que conoces sus limitaciones para ostentar cuotas de poder institucionalizado, tienden a plantear propuestas utopistas, y de escasa posibilidad de realización. Si el PSOE ofrece 5, IU ofrece 10 y un "perrito piloto". Pero esto no ocurre con Inés Sabanés, de ahí la admiración que pueda sentir hacia ella.

Durante su labor en la oposición municipal, tras la que el aparato de partido quiso desprenderse por pertenecer a la minoría crítica, ya que Inés pertenece al PASOC, se extrae un constante trabajo transformado en múltiples propuestas, además de un apoyo institucional a la candidatura de Madrid 2012, que muchos compañeros de partido no hubieran prestado, y unas maneras de hacer política "limpias y correctas en su tratamiento". IU subía en todas las encuestas, sin embargo, un golpe del PCE apartó a Sabanés de repetir como cabeza de lista en la capital. Al final tras múltiples tensiones, Gregorio Gordo cedió su primer puesto a las listas de la Comunidad, e Inés Sabanés se las verá con la "Marquesa" en la dura batalla de las regionales.

Hasta hace poco pensaba que no merecía la pena acudir a votar en las presentes autonómicas. Un Rafael Simancas ya muy desgastado, con unas compañías dentro de su partido que no me gustan ni lo más mínimo; y una Esperanza Aguirre, subida desde su trono, lanzando propaganda institucional para vender lo que ha hecho estos cuatro años, es decir, nada. Inés promete trabajo, y tiene historial para hacerlo, además tal y como ha asegurado en la Revista el Siglo de esta semana : "Ni por acción, ni por omisión daremos paso al Partido Popular". Me lo he pensado dos veces, ya tengo un voto decidido, espero que como yo haya muchos. Suerte Sabanés.