domingo, 25 de febrero de 2007

Miseria moral en su máxima expresión



Ayer leí en la prensa una de esas noticias, que por la gravedad, es imposible que deje indiferente a uno. La Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, cuya presidencia ostenta Pilar Manjón, estudia trasladar su sede social de la Comunidad de Madrid, "en cuanto le llegue la primera oferta". La razón, que el ejecutivo de Esperanza Aguirre no otorga ni un solo euro, por segundo año consecutivo, en subvenciones.

Mientras que el PP de la Comunidad de Madrid ha concedido a las otras dos asociaciones que también recogen afectados del mencionado atentado: AVT (149.000 euros) y AAV 11-M (240.000). La asociación de Pilar Manjón, que recordemos que representa a 1.200 afectados, queda excluida de los "beneficios de gracia" de Esperanza.

El gobierno madrileño justifica que no subvenciona a la entidad porque no presenta proyectos, dudosa estrategema jurídica y repugnante justificación ético-moral. No es suficiente para Aguirre que la asociación tenga que hacer frente al pago de un local, de 29 abogados y de 5 psicólogos, con motivo del macrojuicio que se celebra estos días.

El gobierno autonómico excluye vilmente, a pesar de que los afectados son en su mayoría madrileños y el atentado sucedió en la comunidad, y lo hace, siguiendo instrucciones de la COPE, que no hay mañana que no haga uso tremendamente partidista de la vida de casi 200 víctimas, y que deslegitime y calumnie sobre parte de las mismas. La asociación de Manjón no gusta a los talibanes de la extrema-derecha gubernamental, todo, porque no siguen el juego de las conspiraciones e insidias que se vierten desde determinados medios. La proximidad de la asociación de Pilar Manjón a CCOO es también causa de rechazo por parte de las instituciones madrileñas.

Mientras que la Comunidad de Madrid otorga más de 600.000 euros en ayudas a asociaciones provida o antiabortistas, excluye subvencionar la defensa de decenas de fallecidos y centenares de afectados. No hay ayudas, porque no son de la simpatía de Esperanza y sus chicos. Cuando uno escucha el tan repetido lema "Comunidad de Madrid, la suma de TODOS", y posteriormente lee informaciones de este calibre, no tiene más remedio que reflexionar en torno a cuestiones como la miseria, la bajeza moral o la falta de escrúpulos. Solo un complejo de mentes retorcidas denegarían ayudas para la defensa legal, psicológica y memorística de fallecidos y heridos en un atentado como el del 11-M.


No hay ejecutivo que no haga un reparto parcial de las ayudas. No obstante, en este caso no estamos en reparto de subvenciones a comediantes, religiosas o ecologistas. Nos encontramos ante víctimas, del mayor atentado de Europa y del suceso más trágico acaecido en España desde la Guerra Civil, y esa sensibilidad de la que presume el Partido Popular ante las mismas, que han de ser las preferentes en el destino de este tipo de cantidades monetarias, queda muy en entredicho tras esta información. ¿Madrid la suma de todos? Va a ser que no...

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