sábado, 3 de marzo de 2007

Ver Gigantes, donde hay molinos




A Don Quijote de la Mancha le sucedía, que debido a su locura, padecía de continuas alucinaciones. Confieso que nunca me terminé de leer la magistral obra de Cervantes, sin embargo recuerdo episodios como aquel en el que intentó convencer a su inseparable Sancho Panza, que el molino que tenían frente a ellos, era un enorme Gigante al que derrotar. Como se empecinó en su alucinación, el caballero acabó malherido tras golpearse con la estructura y quedarse enganchado a un aspa del mismo.


Esta actitud, de ver Gigantes donde lo que hay son molinos, es similar a la interpretación que determinados sectores de la izquierda y del nacionalismo, pretenden dar a las declaraciones del "cabecilla batasuno" Arnaldo Otegi en una entrevista a La Vanguardia el pasado domingo. En la misma, afirmaba que el Estado no se tiene que rendir a ETA. También dijo que “el Estado no tiene que pagar un precio político a eta ni a nosotros” y que “… el proceso no tiene alternativa…”.


Suena bien la música, pero yo prefiero quedarme con los hechos. El señor Otegi se expresó así, cuatro días antes de la atenuación de pena al sanguinario de Juana. ¿Quiso allanar el terreno Batasuna ante una ya comentada como posible excarcelación?. Además, el capo batasuno no condenó la violencia, y dijo estupideces como que los asesinados de ETA nunca han sido trabajadores. Tras leer sus declaraciones, teniendo ya en cuenta de que mente retorcida partimos, lo único que puedo interpretar, es que a su entender, claro que el Estado no ha de pagar un precio político a ETA-BATASUNA... La unión de Navarra y Euskadi no es el pago de ningún precio, ya que es un derecho reprimido por el Estado opresor. La independencia de ese ente, que algunos pretenden llamar Euskal Herria, es también el ejercicio del derecho de libre determinación de los pueblos reconocido en la Carta de la ONU. La participación de ETA en las elecciones forma parte del derecho a la participación política, siendo la Ley de Partidos otro elemento opresor, cuya derogación no supone una concesión o pago de ningún precio, sino que un derecho fundamental... Y así podríamos seguir.


Otegi seguramente decidió morderse la lengua y no acabar las respuestas en la entrevista. Qué mejor que hacer creer a algunos, que las mismas ratas de siempre, se pueden convertir en caballos. La izquierda abertzale demostrará su madurez, cuando reconduzca sin "peros" su actividad a través de la democracia, y ello requiere una condena del terrorismo, tal y como ya hiciera Aralar. Mientras tanto todo lo demás no son más que "engañabobos", en los que los muchos Quijotes que hay en nuestro país siguen cayendo. Llevaba razón el refrán que decía "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". Sin embargo, hay piedras donde es muy peligroso tropezar.

No hay comentarios: