miércoles, 28 de febrero de 2007

El chantajista de Juana Chaos



La prensa publicó ayer la noticia de que al preso Iñaki de Juana Chaos se le ha vuelto a conectar la sonda, tras habérsela retirado él mismo, el pasado día 23 de febrero. Los médicos han sido forzados a tomar dicha decisión, por orden de la Audiencia Nacional, que de acuerdo con el art.15 de la CE asume el mandato constitucional, respaldado por la Sentencia GRAPO, de mantener en vida a un preso, siempre y cuando no sea alimentado por vía bucal, ya que el Estado tiene la obligación de proteger la vida de aquellos a los que tutela.


Hoy decidí indagar sobre el pasado del terrorista, y encontré varios datos curiosos. Iñaki de Juana es hijo de un médico burgalés que luchó en la Guerra Civil en el bando nacional y fue condecorado con la medalla de campaña. Su madre, nació en el norte de África, en la antigua ciudad española de Tetuán. La familia, que se trasladó al País Vasco, educó a su pequeño Iñaki rodeado de niños, hijos de la Guardia Civil, con los que jugaba habitualmente al futbol, en el patio del cuartel. Cursó enfermería en la localidad madrileña de Alcalá de Henares y posteriormente pasó a formar parte de la ertzaintza, llegando a ser agente. Lo siguiente lo conocemos, veinticinco asesinados, pertenencia a ETA y delito de amenazas terroristas, por el cual ha sido condenado por el Tribunal Supremo, tras un recurso, a cumplir tres años, motivo por que prosigue con su ya "repetitiva" huelga de hambre.


¿ Qué motivos propiciaron que un enfermero de origen castellano, metido a ertzaintza, pasara a ser uno de los miembros más sanguinarios del terrorismo etarra? Desconozco la respuesta a esa pregunta. Sin embargo, lo que sé, es que el preso, como todo ciudadano, ha de cumplir su pena integramente. Iñaki de Juana está jugando con todos los españoles y con el Estado de derecho. Margaret Tachter ya dejó morir a varios miembros del IRA que comenzaron una huelga de hambre en el año 1981, y a partir de ahí, las mismas no se repitieron. Aquí en España buena parte de nuestra clase política se ruboriza, lo pasa mal, sufre, porque un sanguinario etarra cumpla sus últimos meses de pena, ya que amenaza con ir a mejor vida.


Si tenemos la obligación constitucional de mantener en vida al preso, cosa que no comparto, ya que yo apoyo la libertad de disponer de nuestra vida y del fin de la misma. Lo que no debemos hacer es sin embargo tener miedo de que lleve a cabo sus "faroles amenazantes", o de que sufra un infarto por negarse a colocarse la sonda. Él es mayor de edad, y sabe perfectamente lo que está haciendo, tanto como lo fue cuando acabó con la vida de veinticinco inocentes. Todo nuestro edificio legal no puedo tambalearse por un "personaje", al que le quedan escasos meses de condena, recurrida y polémicamente rebajada. Si cedemos ante este chantaje, puede ser que no tardemos en encontrarnos con más "De Juanas". Mientras tanto, muchos ciudadanos madrileños no tenemos la posibilidad de disponer de decenas de camas del Hospital 12 de Octubre, debido al aparato de seguridad que se está desplegado en torno al etarra. Hasta en eso, Iñaki de Juana, no nos deja VIVIR a los españoles EN PAZ.

No hay comentarios: